lunes, 10 de noviembre de 2014

hoy que me siento sola
y que todo me hace daño
hoy que mi cerebro no acepta
ningún movimiento extraño

hoy que espero de todo
y que nada llega
que veo el caos entre los huecos de mis dedos
que quiero balbucear mis quejidos
por tu presencia inquieta
que ansío mis gemidos
al crear tú, tú, tú
tu propia geografía
en cada recoveco de mi crisálida fría

hoy que espero que me incendies,
que tu sonrisa recorra mi recipiente
que choques tus labios
en las curvas mas cerradas de mi alma
que creemos terremotos,
que creemos suaves mareas,
que creemos de todo,
de todo menos nuestra ausencia

hoy que espero que nos amemos con los pies,
que nos besemos con los ojos,
que nos acariciemos con los labios,
que nos dibujemos un te amo
que hace falta sentir, no escuchar
y que con el color de tu voz
deseés que ojalá pudieras dejarme marchar,
(algo así como abandonar)
pero tanto amor te ata a continuar,
que me susurres un te necesito
que me hace falta sentir,
que me hace falta escuchar,
que me rompa las costillas,
me presione los pulmones,
derrame toda mi sangre
para que tú, tú, tú
devuelvas todo a su curso
acariciándome con tu desnudez,
besándome con tus susurros
y amparándome con tus brazos,
acercándome al hogar que más vida me ha dado
(haciéndome oir tu ritmo intenso, como si cada noche doliera
como si cada día te hiciera decir que el mejor momento
no fue ninguno en el que no estubiera yo)
haciendo que mi pelo molestando sea un antídoto
para cada fea caida que nos impacta,

pero que no perdura, que deseas en cuanto físicamente desaparece,
que sigues buscando tu remedio en caminos oscuros
y por desgracia he de alegrarme,
ya que tu única cura de este mundo
a parte de mi
es perderte en ti mismo,
para que nada más te haga daño,
(para no sentir cada pinchazo...)

hoy deseo que mis lágrimas te sepan dulces,
que no se te hagan pesadas,

hoy quiero que bailes bajo la lluvia de mi mente,
que borres lo absurdo que vuelve mi alma negra
que pintes tu caos tan bonito como te veo yo a ti,
que me hagas ver a través de los huecos de tus dedos

hoy, en mi tristeza, he vuelto a hablar de ti,
he vuelto a desearte a ti, a ti, a ti,
he vuelto a darte el deber de darme la vida
y el derecho de quitármela

y mañana amor,
mañana olvidaré todo lo que siento cuando no estás,
ya que sí, gracias a todas las casualidades
de este amontonamiento de vida
estarás