martes, 26 de junio de 2012

¿Y si después de todo hubiéramos estado destinados a encontrarnos?

jueves, 21 de junio de 2012

Tenías nombre propio, amor...

Tenías una sonrisa de esas que no se saben poner así como así. Tenías un olor que se restregaba con el viento, y se pegaba en mi ropa los viernes, a las nueve y treinta y tres de la mañana. Te fumaba, amor, te fumaba en ocho caladas y te apagaba en mi cuerpo, jodiéndome a quemaduras, y por eso ahora estoy marcada de cicatrices que sólo hablan de ti. Eras pura dinamita, amor, pero no tenías mecha para que pudiera prenderte, y yo no tenía fuego para poder quemarte las ganas. Te creías inmortal, amor y por eso te ambicioné como si nunca fueras a morir. Por eso me creí ese adverbio, que habla de 'para siempres' que sólo me recuerdan a ti. Sí, amor, nunca supe cómo quitarme las ganas de estar bajo tu mismo cielo, de consumirte bajo la misma la luna y despertarme contigo por el mismo sol. Tenías tantas formas de acabar conmigo, amor... que a veces creí que moría de ti. Eres mi droga, amor, y mi jodida perdición. Pero todos queremos que nos encuentres, amor. Todos hablan ti, a tus espaldas... y nadie se pone de acuerdo, amor. Que todos dicen que eres suyo, pero yo, no se lo niego y por eso te oculto, te mimo y te personifico, y te guardo en secreto, porque sé que eres tú, amor.


BY: Sara Blanco.

lunes, 11 de junio de 2012

dulce introducción al caos

Volvía a ser presa de sus sentimientos, se ahogó en las represalias injustas de los demás y en los falsos ''lo siento'' de algunos. Miró al espejo, y se reconocía más que nunca. Esta era ella. Dolida, infravalorada, la paciencia en sus puños y con su única víctima, la pared.

A Margarita, mi antimusa.

Sin tener la elegancia,
el ser estar,
el ser correcta,
ni la prudencia.
Sin andar con aires de grandeza, 
sin la mirada de tigresa,
sin las manos en su sitio
ni los pies en el suelo.
Sin el ''allá donde fueres, haz lo que vieres'',
sin el callar cuando se calla,
pero el reír cuando se ríe.
Sin la cabeza pequeña (Bratz jaj)
Sin tener las cualidades, 
de las aburridas musas de poetas.
Haces que en este no poeta,
tu, en su musa te conviertas.

                    ¡Ailoviu, Lela!

                  BY: Saúl Lozano Belando

martes, 5 de junio de 2012

Me vas a tener que perdonar,

pero me importa muy poco lo que te pongas si luego te lo voy a quitar. En esta habitación me sobra de todo menos tú. Así que deshazte de todas las cosas que tengas, y tíralas donde no pueda verlas. A ti no sé, pero a mi suelo le combina de puta madre el color azul de tu camiseta.
Es la última vez que te lo digo, o te entregas o te desarmo ahora mismo. No sé si sabrás de verbos, pero voy a conjugar mi lengua con la tuya en todos los tiempos. De ninguna de las maneras des marcha atrás. No justo cuando acabas de sacarte el permiso de conducir tus manos por mi cuerpo.

Me vas a tener que perdonar, pero no seguiré ningún código, y menos de conducta. Lo único que vas a poder cambiar de mi próximo movimiento es el ritmo y la temperatura. Y creeré en nosotros, aunque solo sea hasta que lleguemos al punto de huida, a ese momento de salida. A ese trato de no volver a caer, y a ese intento nulo de no confundir el "ni una más" por "ni uno más que no sea él".


http://www.youtube.com/watch?v=YECZFSUMBKI&feature=g-u-u

              Ella es, simplemente, fantástica.