lunes, 20 de agosto de 2012

un bello gris multicolor

Es gracioso porque aveces tienes como un cáncer de tristeza comiéndote todo el cuerpo, y como cualquier enfermedad intentas ocultárselo a la gente que no quieres ver sufrir por eso, y a la gente que no le importa una mierda que tú sufras por eso. Tu como buena persona que eres le das dosis de alegrías y aveces se equilibra y es la puta hostia. Aveces dan sobredosis y no. Piensas que eres único en tu especie, y que hay que afrontar todos los problemas comiéndote el mundo, pero luego cuando te responde todos los bocados de una es mucho más jodido y caes. Y de golpe te das cuenta de que estás montado en una puta montaña rusa de sentimientos, y te encuentras con miles de problemas.
De que cuando estás subiendo pasas un miedo de la hostia, y subes, y subes, y subes, y te das cuenta de que cuanto más subas más horrible será la caída, pero ahí sigues, deseando que llegue el momento cumbre para chillar con todas tus fuerzas. Te entran ganas de vomitar y de bajarte, y te giras para observar a tus acompañantes que están aun peor que tú e intentas sonreirles con fuerza para disimular.
Y que cuando se acaba quieres volverte a montar, porque te has dado cuenta de que no es para tanto y que quieres volver disfrutarlo al máximo, como un yonki que vuelve a reclamar su tan amado LSD después de una mala experiencia.  
Pero ya es tarde. Ya has muerto.