No quiero perderte, ni verte débil, no quiero verte infeliz. La vida no nos está jugando una mala pasada, la mala pasada es la puta vida.
Quiero verte sonreír y disfrutar todos los días de tu vida, quiero verte llorar de la alegría y que te duela la tripa solo de la risa. Morirnos de buenos recuerdos y discutir, como siempre hacemos, con un abrazo que nos rodee después de todo, con millones de fotos, de noches...
De llorar juntas y vivir momentos horribles, que solo nos han hecho querernos aun más y ser valientes.
Un corazón no es lo mismo sin su cuarta parte.
Y lo peor de todo es que no somos solo nosotras.
Hay millones de personas pasándolo mal, de verdad, en un silencio que ahoga, que mata.