lunes, 30 de julio de 2012

Puede que todo y un poquito más.

No se que manía tiene el mundo de apartarme tan rápido lo que quiero cuando me ilusiono y soy feliz con ello, feliz como ninguna. que un día, de esa mujer de la que parecías su hija postiza puede dejar de sufrir para siempre y dejar un vacío inmenso, esa niña mulata que parecía incluso tu hermana pequeña no volver a verla, esa princesa a la que sacabas casi siempre a pasear y parecía tu propia perra irse incluso de los brazos de su dueña y la persona con la que convivías casi todos los días del año, con la que discutías y comprabas revistas de la barbie mientras llenabas todo de baba de la risa, con la que decias: ''tía esperate un momento que llego ya'', y cuando llegabas te la encontrabas tirada en el suelo de cualquier lugar, sonriendo. Con la que acampar en la terraza era algo salvaje, con la que hacer picnics en una redonda, con la que quitarse los zapatos y andar pa'trás era una cosa habitual, coger, y un día, llegar a la puerta de tu casa y decirte que se tiene que ir, que lo siente, que aunque ya lo sabíamos desde hace tiempo esta era la definitiva, que no puede volver, pero que seguiréis siendo amigas para siempre, aunque solo se vean de poco en poco, porque NADA ni NADIE conseguirá separaros, ni esta puta distancia, ni este jodido tiempo, ni personas que hagan daño, y ni por los errores que deseas que nunca hubieran pasado, porque nunca encontrarás a nadie como ella... y sinceramente tampoco quieres encontrarla. 
Que te amo, pequeña, que siempre vas a ser una parte de mí, de nuestro yin, de nuestro yang...