FUNCIÓN POÉTICA Y EXPRESIVA
Volví a chocar con su olor y su mirada. Era el, lo tenía claro. El dolor físico no podía superar el nudo en la garganta que cada vez se apretaba más, hasta que lo tensó su sonrisa, y mi cara de bobalicona desveló mi siguiente tropiezo. Soltó una carcajada, y se fue. Me abandonó.