ya no hay amoríos baratos que llenen este vacío, ni anécdotas de ver volar el tiempo, ni sonrisas de relato, ni nadie dispuesto a hacer soñar, ni almas que se desquebrajan, ni chaqueterías venideras, ni las cicatrices de estos flechazos...
- ...¿No será que su vacío es usted?
- Quizá si, puede ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario