estáis observando,
cómplices de mi caída
el hundimiento de un libro abierto
que ahora está hecho palabra a palabra pedazos

veo montañas de arena
con incomprensión,
le quito la máscara a quien amo
soy yo
cavando mi fosa

a paso lento hacia lo enfermizo
quizás lo que merece todo ser humano
que ha elegido desengancharse
de la ignorancia de las masas
de eso que llamáis felicidad

monosílabo en primera persona
que me apuñala
barrotes que no me impuse
pero me aferro a ellos,
me cobijo
arrancando una a una mis plumas,
encuentro pocos sitios para aterrizar

lineas del mapa que borré sollozando
parece que buscando un único punto de destino

no se qué me persigue
no se si es su fría sonrisa
lo que me eriza la piel
o su paso lento el que me desestabiliza

ya solo se puede correr,

o parar en seco